Decir la Verdad pero
no toda Su Verdad no resulta del todo brillante al igual que la hora del día ilumina con todo su máximo esplendor, pero sí suficiente-mente prudente y
harto valiente. Pero más cierto aún decir que el hecho de exponer comprometidas
verdades podría encender grandes fuegos, incluso en las regiones más
insospechadas. Podemos aceptar que la tendencia natural del "homo no
tan sapiens" es la de engañarse a sí mismo, bien para defender el cómodo fortín
de nuestros prefabricados intereses, o bien tratando de justificar con
religiosa necedad los absurdos más injustificables dentro de nuestros esquemas
aprendidos tan cuadriculados pero con todo el derecho al amor propio. Eso sí,
muy probablemente por culpa de antiguos dogmas establecidos y nuestra
aprobación mimada de enseñanzas paternales que desde la infancia dan lugar a la
mayoría de los prejuicios mentales. El prejuicio es como el cáncer; podría
mejor curarse si se detectara antes, pero también es cierto que toda
experiencia por muy oscura que ésta sea no quedará en vano.
Gracias al egoísmo animal innato que tanto
nos caracteriza como especie todavía de tendencia instintiva, alimentado a su
vez por la pereza cotidiana y la saturación de estímulos consumistas que
distraen la mente, nuestras más cómodas creencias terminan por adueñarse de
nosotros, transformándose con el rápido transcurso de los años en una peligrosa
costumbre. Hábito muy reforzado también por la debilidad consentida de las
mayorías y seis mil millones excepto uno podrían caminar en el error. ¡Caray!
Las mayorias casi nunca tenemos Razón y como bien diría el escritor español Pío
Baroja "es más fácil persuadir a cientos de miles de personas que a una
sola". Asimismo, un pensador francés escribió resignado como "el amor
propio es el mayor de todos los aduladores". De ese peligroso hecho se
explica la existencia tan exitosa de tantos y tantos charlatanes, predicadores
con o sin sotana, ambiciosos oradores o
teóricos demagogos, vendedores de íntereses ya creados para beneficio propio
que se disfrazan de ovejas, así como de una opulenta e insaciable minoría, pero
en casi todos los casos de carácter temporal porque nuestro "ego" no
soporta bien tanto tiempo su propio peso, aplastando las más íntimas, las
nobilísimas naturalezas... Al final de nuestras cansinas pero necesarias
inquietudes se halla la Paciente, incalculable y valiosa búsqueda de lo divino.
Grandísimos iniciados anónimos, algunos no tan ocultos y otros para el gran
público mucho más conocidos a la vez que antiguos como Lao Tsé, Sócrates,
Patanjali, Ptahhotep, Zoroastro, Moisés, Buddha, Rama, Krishna, Jesucristo,
Mahoma, etc, perduran sin peligro de caducidad como guías de la humanidad hacia
el brote de la semilla interior que significa el sencillo despertar de la
Consciencia (¡"darse Cuenta"!) oscurecida por nuestra autoconciencia
y entorno tan engañosa-mente parcialista. Buscamos fuera lo que en realidad
siempre LE correspondería estar ahí dentro, ya que nuestras más pequeñas inquietudes
pueden acabar ocupando los más infinitos espacios y hasta un humilde deseo
puede sacar de una patada la plenitud más sublime. Aunque los más largos
Caminos son y serán de Regreso, entre la tierra y el cielo media el paso más
pequeño de todos ("El más pequeño de entre vosotros ése es el mayor"
-Lucas 9:48) El yo es una venda oscura para los ojos del espíritu, naciendo una
y otra vez en la Tierra u en otro planeta para experimentarse a sí mismo,
porque ante la adversidad de la corporeidad nos curtimos mejor (lo cual no
significa llevarlo hasta el punto de un masoquismo mórbido y ni mucho menos
llegar al innnecesario sufrimiento radical del autocastigo ascético) Sin
embargo, resulta obvio como los estados de angustia en general, sacrificio
filosófico o aflicción predisponen asimismo al acercamiento celestial. Del
santo a la vez que revolucionario Jesús ("Yehoshúa" el hijo de
Joseph) se lo ha relacionado por completo en esa revelación divina de Yavéh al
hombre que se aparta de su Camino dada en el libro del profeta Isaías, capítulo
53: "Despreciable y
desecho de hombres, varón de dolores y sabedor de dolencias, como uno ante
quien se oculta el rostro, despreciable, y no le tuvimos en cuenta."
Pero en ese vaticinio
que se materializó en la honesta valentía de quien cumplió la voluntad
constante de su Padre celestial en él: el humilde hijo del Hombre Jesús, lo
aceptamos más fácilmente comprensible por culpa de la larga costumbre
judeocristiana como nuestro ultraidealizado Señor, aduladísimo mártir que crucificó
de una vez por todas el pecado del mundo, pero no en cambio por la razón de que
se tiende a castigar automática-mente a quienes se sacrifican por el Bien no
tan ajeno ante nuestros miserables intereses por el establecimiento definitivo
de un incondicional y desinteresado Amor. O lo que es lo mismo: el reino de
Dios vaticinado por el más grande Profeta Crístico que entrará a su tiempo
dentro de uno mismo y con Justicia en una nuevaTierra, sea el lugar que sea,
sin rechistar, porque el poder de Dios no se limita a Ser sólo
"bíblico" o "israelí". Se continúa predicando mucho por
ahí que El se humilló en una cruz por amor a nosotros, que no debes hacer nada
porque Él lo hizo todo por ti, que Él crucificó mediante Su muerte tus pecados,
que no te preocupes si crees en su nombre, etc... No obstante, la mejor manera
de no creer es ignorar lo que se cree... Si de cierto Jesús el Cristo regresara
se manifestaría como el mismo de todos los siglos, pero en estos tiempos de
incontenible estupidez egotista e inseguridad vacua que conduce a atrincherados
fanatismos, de su nueva cruz -me reafirmo sin la menor duda- no quedarían ni la
virutas de madera, porque aún se prefiere verlo así en esa petrificada imagen de la cruz, a
través de esa inmovilidad segura, por si acaso... Casi nadie disponemos de la capacidad
suficiente para aceptar un Conocimiento o una fuerza espiritual ya que se nos
traducirían como fuerte-mente hostiles.
En una parte del poema sagrado hindú del
Baghavad Gita (3.000 a.C.) leemos: "Los malvados y los insensatos no
recurren a Mí, pues sus almas viven en la oscuridad de la ilusión. Su visión
está nublada por el velo de la ilusoria apariencia, y engañados así, escogen el
camino del mal. Hay cuatro clases de hombres que actúan con Justicia, y los
cuatro en verdad me aman: El afligido, el que busca algo a lo que se entrega
con sinceridad, el auténtico buscador del Conocimiento, y el hombre iluminado
dotado de visión."
Hablamos,
pues, de lo que conocemos y no se podrá creer por mucho tiempo en lo que
nosotros queremos sino en la revelación que a la Verdad esperamos si adoptamos
la humilde pero valiente actitud que muy bien expresan, p.ej., los versos
taoístas de la antiquísima sabiduría china: "Conocer la
ignorancia es un gran bien. Ignorar el Conocimiento es un mal... Vacíate para
ser pleno".
Si por si esto fuera poco, tarde o temprano nos topamos con personas Humildes
en Verdad y a partir de ahí muchos de nuestros esquemas (lo que creíamos por
comodidad y antiguas costumbres) de educación cómoda-mente judeocristiana se
van viniendo abajo.
El sufrimiento del Liberador Yeshúa se explica
porque en su última existencia planetaria como emperador de un vasto lugar
donde reinaba el Amor, la sencillez y la justicia divinas, el padecimiento
derivaba en mayor intensidad, no sólo ni mucho menos por motivo de la más que
discutible o no pocas veces in-justificable "ley del karma" (teoría
que intenta explicar el fenómeno atemporal de la causa y su efecto en las
creencias orientales y no tan orientales. Aquí hay mucha necedad versus nobleza
de espíritu que peca más bien de omisión acomodaticia de deber de socorro) En
líneas generales, esa "ley del Talión del lejano Oriente" se
comprende mejor porque pagaremos lo que debemos moral-mente antes de pasar a
estados superiores de Consciencia o reencarnarnos en planetas mucho más
evolucionados y placenteros que este. Sabemos que Jesús procedía de un planeta
de enorme evolución espiritual y poder energético antes de reencarnarse o
resurrectar en el planeta azul para cumplir su difícil misión de guiar al mundo
hacia una más que necesaria tierra nueva que a las puertas intuimos que
llega («Mi
reino no es de este mundo. Si mi reino fuese de este mundo, mi gente habría
combatido para que no fuese entregado a los judíos: pero mi reino no es de
aquí.» -Cit.: Juan 18:36. Leer también 37 )
De la faceta fuerteMente
revolucionaria y social del nazareno no voy a hablar en este espacio so pena de
acabar también en represión ajena, pero me consta la existencia de que este
tipo de castigo les sigue correspondiendo a unos pocos "Cristianos"
no sectarios (refiero aquí como algunos con sagrado a la vez que sano acierto
son vegetarianos -no comen cadáveres de animales asesinados- y otros no,
compartiendo con generosidad entre ellos al igual que aquellos primitivos de
saber gnóstico de hasta el s. IV -siglo de la imposición bíblica por el
anticristo político Constantino el Grande) que llevarían con dignidad
adogmática este sacrificio, sufriendo persecución institucional, mediática,
sectaria y clerical por decir la verdad y nada más que la Verdad. Permítanme
por cierto una puntualización acerca de los libros sagrados, citando un texto
del Baghavad: "aquél
que en verdad desea conocer el Yoga (Unión) va más allá de las palabras de los
libros."
No le quepa la menor duda de que esa persecución es directamente
proporcional al brillo amenazador y una penetrante pero sana lucidez en sus
palabras. Por el contrario, podríamos construir la montaña rosada más alta del
mundo con la bonita palabrería de muchos evangelistas que fanatizan con
doctrinas que proceden ni más menos de un reciclaje o versión convulsiva de la
imperialista Iglesia Católica del siglo XVI. Lutero el reformador alemán fue
además un monje agustino que a pesar de denunciar con valentía los abusos de la
iglesia dominante, no pretendía por entonces salir de ella. Algunos autores lo
relacionan -yo no lo sé- con una masonería herética que preparaba ya el regreso
del anticristo global que pretenderá ocupar el trono de un ultraconservador
orden mundial. Pero... prosigo por favor con el discurso anterior con respecto
a esos evangelistas que en número crecientisimo son capaces de amar con
elaborada prioridad su injustificable doctrina proselitista, creando así pues,
in-Consciente-mente, un Dios (o el Diablo tal vez, no lo sé) a su imagen y
conveniencia (o lo que es lo mismo según palabras contenidas en la epístola del
convertido Pablo a Santiago: "porque así como el cuerpo sin espíritu está
muerto, así también la fe sin obras está muerta" ...o... "¿Tú crees
que hay un solo Dios? Haces bien, pero también los demonios lo creen y
tiemblan") Por otra parte, recordemos ahora con vaguedad -sin ánimo de
ofender privilegiadas, aliviadas o legítimas crencias- que Jesucristo es el
azote que castiga a los ricos y poderosos, pues incluso en esa estupidez de
corrupción egoica "de que ganaran todo el mundo", perderían paso más
o paso menos hasta su propia alma ante la guardíana justiciera de la Muerte, de
la que a su tiempo no pasarán...
Para entendernos un poco mejor abrimos de
nuevo paréntesis. Sabemos que existen y existen dos principales tipos de
métodos para acceder a la divinidad: uno es a través del "genio ario"
(o indoario en su caso) y otro a través del genio semita. O sea, el alma
humana esforzada, fuerte por sí mismo, muy meritoria por su temperamento muy
curtido, solitario o experimentado, que se impone pruebas para llegar a las
cimas más elevadas y descansar en los paraísos cósmicos del Reino de Dios y...
por el contrario de forma ya más "bíblica" o conocida tenemos a ese
Jehová o Aláh, al Dios revelado que intenta comunicarse con su
"atman"*, su parte más íntima, a través de experiencias más efusivas,
filtradas por la experiencia de nuestra propia imperfección humana (la
debilidad de la caída). Cuando se llega a la edad terrenal más adecuada en cada
existencia, cada cual va recuperando la Información que le pertenece en base a
lo que trabajó anteriormente, de forma análoga cuando se formatea un ordenador
("muerte y renacimiento"), en el que el Sistema Operativo sería el
"alma" principal, la RAM (la memoria del el "cuerpo astral"
por el que se ve...), el disco duro (la acumulada capacidad Intelectual
-Conocimiento versus conocimientos y desde luego la Unidad más importante es la
que se va recuperando...) y el software podríamos equipararlo a esos mismos
métodos (profesionales o no) que empleó para llevar a cabo sus realizaciones o
autorrealizaciones. Los virus tan cabritos serían esos espíritus inferiores o
demonios (generados incluso por la maldad del "hacker" más
enfermiza-mente oscuro) que tratan de hacernos la vida más difícil, queriendo
impedir con obstáculos distraccionistas que nos dediquemos a lo Más importante
en función del talento de cada uno, turbando asimismo la estabilidad del alma y
culpabilizando nuestras operaciones. ¿Qué sería lo divino en esta arriesgada
analogía...? Aquí "Lo asemejaremos" a la Corriente Electromagnética
que se halla en todas direcciones, intentando restablecer la conexión (sobre
todo su amplitud y calidad) Queda todo ello como un curioso ejemplo: nada más.
Bien, pues una combinación más o menos armoniosa y equilibrada de esas dos
grandes tendencias que mencioné al principio de este párrafo, conduce a un
óptimo camino de perfección humana y sólo lo consiguen unos pocos (dicen que podrían
contarse con los dedos de la mano pero ocultos, eso sí, al gran público) Quizás
para complementar mejor lo anterior sirva como ejemplo* la respuesta bíblica
cuando se torna en parte desalentadora para todos nosotros pero determinante en
boca del Profeta Yeshúa ante la pregunta temerosa de sus discípulos de si
"son pocos los que se salvan" ("liberan"): «Luchad
por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y
no podrán." (*Lucas 13:24)
Hablamos de que el cielo se manifiesta como
una energía de Amor puro demasiado fuerte para permanecer en fusión con ella si
no estamos preparados. Por ello, hasta los más valientes guerreros del alma
deciden regresar para no descansar definitivaMente en ese estado de Paz eterna
pero precisaMente compasiva, aún a riesgo incluso de poner en peligro parte de
su propia evolución espiritual. Asimismo, como se ha demostrado que existe
también una evolución biológica, su nuevo organismo será más sano y adecuado
para soportar su Trabajo e incluso volverá a encontrarse una y otra vez con sus
mismos seres queridos pero asumiendo papeles más reveladores o más prometedores
(¡el poder afectivo mediante las
promesas verbales...!)
¿Cómo nos atreveríamos a describir el
cielo...? ¿ES como un estado de "orgasmo constante"...? Al lector
esto le suscitará probablemente risas pero en realidad lo que unos buscan ávida
pero con efecto temporal a través de relaciones sexuales sin sublimar,
ejercicios físicos para estimular las endorfinas o tal vez drogas naturales o
las artificiales que adulteran el cuerpo físico y esclavizan la voluntad, se
halla en estado bruto en los Lugares menos deseados. La esencia del término
"kundalini" (la latente "serpiente de fuego enroscada"
-desenroscada pues a través de la columna vertebral- en la que desarrolla
poderes no sólo psíquicos y que tampoco se reduce a los actuales yoguis o
ascetas practicantes -pues se despierta a Su Tiempo cuando menos se busca*) se
manifiesta también sobre todo como una energía transcendente de temperamento
"Sexual", de breve o larga duración nerviosa dependiendo de la
evolución personal, claro está y... se reserva la mayoría de las veces para
esos llamados "elegidos". Sobre estos supuestos últimos, el
resplandor de sus vastas auras luminosas puede ser advertido hasta por el más
incrédulo de los patanes. Unos son capaces de transformar de forma armoniosa e
inmediata esta arrebatadora energía de consecuencias físicas impredecibles (a
veces, eso sí, muy peligrosa cuando llega a una auténtica unión Amorosa fuera
del mismo envoltura corporal) en niveles más elevados de conciencia y otros más
en inspiración creativa de tintes geniales sin buscar ya por supuesto cualquier
necesidad de competir o ser reconocido por las mayorías (la fábrica de miseria
llamada "competitividad" y la enriquecedora
"autorrealización" son incompatible-mente antónimos) Incluso a causa
de algunos que fueron buscadores espirituales y aunque se tratara de fugaces
momentos, se activan inesperadaMente aparatos eléctricos de manera telekinésica
-también máquinas como ascensores o grandes engranajes-, provocan mareas
impredecibles en aguas o mares tranquilos, fuegos inexplicables que se
encienden y se apagan con otro color, levitan en estados de trance meditativo
capaces de reducir sus latidos a unas pocas pulsaciones por minuto, hay quienes
después de ver turbada su paz cambian de forma brusca a estados de profunda
relajación, la paz absoluta de un "santo libre" o autorrealizado
produciría hasta temblores de tierra (sobre todo durante la hora previa a su
muerte y nacimiento), otros envian mensajes o vaticinios por vía telepática que
hasta el más incrédulo receptor atestigua poco tiempo después que resultan
ciertos, se agudiza asimismo la clarividencia en su conjugación presente,
podrían levantar hasta objetos muy pesados juzgando una apariencia escuálida.
Muchos de estos fenómenos mencionados se confunden con verdaderos fenómenos
fantasmales. Una persona de este tipo -que suelen juzgar de apariencia muy
común o la más sencillica que podáis imaginar- multiplicaría por mil el riesgo
de ocasionar alrededor suyo -hablamos casi siempre de forma inconsciente-
incidentes, ciertas catástrofes o bien... milagros curativos, dependiendo del
contraste armónico entre las vibraciones del entorno. Asimismo, con respecto a
la sanación, esas personas de largo historial divino (unos vinieron santos y
otros en cambio fueron grandes pecadores por tropiezo de muchos impíos) cuanto
más olvidados, cuanto más humildes, encierran por sí mismos los más grandes
tesoros de poder purificador en general si se cree en ellos o se les acepta de
corazón. De estos seres evolucionados aumenta de forma significativa su número
y en los próximos tres años su poder será contagioso. Las profecías mayas y
occidentales se refieren a este regreso de los "pequeños grandes
sabios", hombres y mujeres que ayudados por una época en que el poder de
los astros les Favorece (sobre todo
acabarían con el desequilibrio abusivo actual del mundo capita-lista
(imperialismo fragmentador), muy desequilibrada-mente materia-lista que ha
involucionado al sistema sucioeconómico sin salida que conocemos pues a la
verdad que no se puede servir al ilusorio aunque poderoso Don Dinero que
excluye poseyendo y al real Señor del Amor que todo lo Une liberando... Bien,
pues acordaos de veras que en la víspera previa al día más hipócrita de este
año (o sea, la dulce "Navidad"...) un fortísimo sentimiento de
inquietud, preocupación y profunda angustia despertará a estas personas
aprovechándose de un efecto "Kundalini"** pero muy colectivo. Ellos
habrán Nacido de nuevo para guerrear hasta derrotar con hambre y sed de
Justicia a los ambiciosos señores de las sombras -sabemos de sobra
"quienes" son- que se disfrazan de protectores, de bienhechores pero
en un privilegiado rincón maquinan una destrucción final para aún mayor bien de
unos pocos que... ¡se traicionarán a sí mismos!.-* Cuando el explosivo e
inesperado Plutón, pues, pise la constelación de Acuario no pocos de estos
elegidos verán muy bien como se habrá consumado con libertad y Paz "aquel
fin de este inicuo tiempo" que tal vez (sólo ÉL sabrá) pudiera comenzar
bélica-mente hacia finales de este agosto (algunos ordenadores astrológicos se
pararon más de una vez el 28 de ese mes...¿?) Como este último menester no resulta
apropiado ni comprensible para este pequeño espacio ¡maldita sea! pues tampoco
incidiré yo más en desgracias anunciadas que quiten el sueño en una mala noche
de verano o conjeturas proféticas innecesarias de fácil venta(josa) en un
simple mercadillo (amen).¬*
A pesar del mayor o menor margen que dejamos
para nuestro prudente escepticismo, desbordantes experiencias iluminadoras
desembocarán en inevitables certezas, donde las palabras limitan al fin y al
cabo la libertad de esa pura sabiduría que casi creemos atrapar del Todo
mediante la intuición trabajosa pero limitada, humana por naturaleza. Cierto
que el ateísmo intelectual o en el más optimista de sus casos una
"psicología transcendental", está más en los labios que en el corazón
porque el gran analítico pone nombres a las mismas Cosas, dramatiza o idealiza
mucho menos las sublimaciones, pudiera incluso conocer todos los efectos pero
ignorando las Causas, o sea que es más Sancho sabio que esforzado Quijote,
mientras que por el contrario otros, p.ej., LAs idealizan por un sistema de
creencias impuesto por el sistema dominante que el ateo o el agnóstico en menor
grado rechaza sobre todo por numerosos desengaños ideológicos o bien
personales. *¬Por ello y más -prosigo para añadir mejor fin- ese término
sánscrito** no debiera interpretarse como marginador hacia el resto de los "mortales".
Todo lo contrario: ni más ni menos pertenece a aquellos olvidados del mundo que
le han buscado con Fe desde su más remotas devociones, incluso a aquellos
místicos reales de muy variadas confesiones que se humillaron al punto de la
extenuación nerviosa o pasión mortificadora (de consecuencias psicosomáticas
con estigmas y/o señales corporales que jamás serán comprensibles por la tan
mediática ciencia oficial, exceptuando, claro está, las consecuencias directas
de ciertas enfermedades o dolencias) y no necesariamente beatos*, porque los
Hechos demuestran que "Dios"*, "Yahveh", el
"Omnipresente"*, el "Tao", "Brahma", la "Divinidad"*
u otros cientos de nombres para el "Innombrable", tratan de etiquetar
a LO mismo que se puede manifestar a casi cualquiera con independiencia de su
vacua condición o debilidad moral. Aunque las preferencias y Lugares se
definieron más que e-videntes aparte -claro- de las predicciones optimistas hacia
los humillados expresadas en el Sermón de la montaña: "No he venido a
este mundo a llamar a justos sino a pecadores"... "...porque he aquí
que el reino de Dios está dentro de vosotros" ... ("...llegará sin
advertencia") Sin embargo, al margen de los super-escudriñados textos
bíblicos (¡es que "no hay nada nuevo bajo el Sol"!) que han
sobrevivido hasta nuestros días, podemos oir hablar de manifestaciones libres
del "Espíritu Santo" desde Oriente hasta Occidente, desde la práctica
moderada de los técnicos yoguis, anacoretas renunciantes, tolerantes monjes
budistas o en su latitud opuesta franciscanos piadosos, desinteresados
altruistas en general o filántropos compasivos, chamanes de magia blanca,
intelectuales desengañados, nobles idealistas de distinta índole política,
personas sensibles al dolor ajeno, buscadores de la verdad, austeros
vagabundos, jóvenes harto descontentos, drogadictos cansados, prostitutas
miserables, modestos artistas, enamorados como adolescentes, ayudantes de ONG,
voluntarios caritativos, religiosos católicos o quizás desde la explosividad de
algunos fundamentalistas cristianos o pentecostales evangélicos, por ejemplo.
(que Todo sea dicho)