"Esta es la antigua y divina Ley: Quitarle al más pudiente y darle al que no tiene. ¡Nuestro Camino es el de Regreso!" (Solramus) -Creerme que esta es también la inevitable conclusión final de toda la sabiduría contenida en este nutrido espacio-
"Dios puede cansarse de grandes imperios, pero nunca de pequeñas flores." (R. Tagore)

domingo, 31 de julio de 2011

libertad para terminar Siendo Uno Mismo



Mucho cuidado con las más hipocritísimas y caducas ideas judeocristianas de humildad -más vigentes aún hoy en día por razones de poderosa sumisión- que en realidad esconden una aceptada, manipulada y destructiva humillación. La naturaleza divina y próspera a todos les pertenece simple-mente por ser hijos de la madre Tierra y no borregos de Nadie... La tergiversación bíblica desde el siglo IV y a partir sobre todo del Concilio de Nicea* por el naciente imperialismo "cristiano"* corrompido ya por el influyente poder y las riquezas, ocultó a su vez el revolucionario mensaje crístico de Yeshúa de Nazareth. A usted le toca descubrir la verdad y nada más que la verdad si acepta ser libre. Menos mal que nos ha llegado una de las más antiguas y más sencillicas claves proféticas de carácter esénico*: "Buscad y hallaréis..."*
     Humildad para muchos sigue siendo desde hace miles de años sinónimo de manipuladora sumisión. Con esta delicada palabra, en su más hondo sentido generadora de tranquilidad, ser humilde no es rebajarse diciendo falsamente que p.ej. usted no es nada. Si usted dice que no es nada ya es Algo. Usted, por consiguiente, ya vale Mucho más de lo que cree... Ahora te tuteo porque así lo decido sin faltar a un respeto desinteresado hacia Ti... ¿Ok?
    Intentamos descubrir lo que valemos o de forma más difícil lo que podemos llegar a ser (a veces nos sorprendemos) En esta casi inacable lucha de amores propios o egos a veces nos derrotan, enterrándonos a nosostros mismos (sabes que a tus falsos amigos, aquéllos que huyen cuando tienes problemas, les encanta que te humilles a ti mismo) con las tópicas y falsas moralinas de siempre que no tienen que ver absoluta-mente nada con la verdadera humildad. Sí, en cambio con una instrucción errónea de dominación fáctica a lo largo de muchos siglos, ese judeocristianismo muy fariseo y que incluso por fuertes condicionamientos materialistas nos conduce con frecuencia a una importante falta de autoestima. Quien te acusa de no ser humilde es porque con mucha probabilidad envidia en ti (entre otras cosas) una potenciable humildad y sobre todo una sinceridad mucho mayor que su miserable ego. ¿Quién es él o ella para hacerte sentir más pequeño o pequeña...? Casi todo el mundo estamos aquí porque dolorosamente volvimos a nacer para perfeccionar, experimentar y analizar lo que dejamos inacabado y por tanto nadie es dueño de Nadie. De esto podemos también leer del Profeta Yeshúa como el que quiera ser el primero sea el último para ser su servidor. Asimismo, intuimos incluso como ser modesto es fácil cuando ya se ha conseguido la deseada admiración. Por ello, cualquier hombre que disfrute de la populista veneración puede ser modesto. Dicho sea de paso también que lo que con relativa frecuencia interpretamos como humildad no esconde más que que una cómoda actitud de no complicarse la vida...
     Ser humilde es hacer bien a alguien (siempre que podamos sin darle posibilidad al mea culpa y porque Tú libre-mente así lo has decidido) y no practicar propaganda de futuros beneficios para que se enteren los demás. Ser humilde es tratar de ser Tú mismo, de mimarte a ti mismo, de creer en ti incondicional-mente -seas lo que seas o el temperamento que hayas heredado - y no ambicionar ser corrupta-mente ellos también (¡y vete tú a saber quiénes son ellos si ni siquiera nos conocemos Bien a nosotros mismos...!) Ser humilde es reconocer -si te da la soberana gana- que te has equivocado como todo el mundo, que te levantarás cuando quieras y puedas, para no acabar vendiendo con pompa y lágrimas de cocodrilo tu culpabilidad a los demás. Ser humilde es reconocer no lo que somos sino lo que justamente podemos llegar a Ser. Ser humilde es también mandar a la porra al borde de tu jefe, si fuera así p.ej., cuando cobres tu finiquito y lo finiquites a él también porque ya lo sentías hace mucho tiempo, pero por conveniencia te reprimías, incluso aunque tengas que ponerte más rojo/a que un tomate. Ser humilde es cambiar de novio o de novia con valiente pero ya justa determinación antes que cambiar tu generoso estilo de amor (valiosísimo sin lugar a dudas) por culpa de un fanfarrón emocional o tal vez un tirano/a que se aprovechó de tu sacrificado enamoramiento (aunque luego tengas quizás que relajarte a pajas con ese ingrato/a o estúpido/a que más te gusta)
     ¿Si tú no decides ser humilde por ti misma/o quién se atreverá a serlo a tu alrededor...? Los numerosos personajes de este más que voluble mundo se disfrazan con descarado oportunismo con la bonita ética de la humildad cuando y donde les interesa... La verdadera humildad supone asimismo la noble valentía de dar la razón a quien la tiene (¡aunque te quedes más jodida-mente sólo que la una!) y no fijarse más bien por comodidad en lo que hacen o dicen las mayorías. Las mayorías casi nunca tienen razón (entre ellas podemos estar Tú y yo) Y ya sabéis que la Razón acabará inevitable-mente por tener razón. Lógico.
     Muy pero muy estrecho o difícil es ya el camino hacia la libertad personal. Porque este es un requisito real-mente previo para alcanzar la libertad divina que resulta mucho más difícil todavía ya que supondrá entonces tu negación voluntaria del sí mismo para dejar que ÉL (Amor real y eterna-Mente paciente) sea y no sola-mente "tú" o "yo". Lo que parece egocéntrico pertenece en realidad a cierta fase evolutiva de un esfuerzo sincero por adoptar un sano criterio propio y no acabar como sucede con frecuencia en manos de un poderosa personalidad narcisista, sectaria, egotista, por ejemplo... Quede claro esto sin maliciosos malentendidos, pues de lo contrario seguiremos anhelando esa experiencia de independencia personal en este puto mundo de manipuladores, interesados, esclavistas y esclavistas.  Ni más ni menos (ésto también es humildad) Aquellos místicos de la India o de cualquier otra parte del mundo, por ejemplo, que dedican casi toda su vida por lo menos a pensar, les importa un maldito pimiento cuantos seguidores tendrán, o la buena o quizás la mala fama ajena a ellos. Muchos de estos "pocos" mueren olvidados, sin una miserable moneda o papel universitario en el  bolsillo, pero feliz-mente desinteresados, desvinculados de nuestra esclavizadora occidentalidad, porque de antemano ya conocen que después de la transición de la muerte les espera una sosegada Soledad... o no (por Sí mismos precisa-mente tienen incluso el poder de decidir) que abarca el sencillo Conocimiento y la falta de miserables deseos. Éste tipo de extraños pero afortunados seres -si así lo  decidieran- podrían ganar mucho dinero y obtendrían popularidad, y algunos de ellos hasta lo hacen pero con un necesario ejercicio de desapegada honestidad, pero jamás caen en esa ansiosa búsqueda de vana y desequilibradora ambición. Ellos* desprecian la fama porque se aman tanto a Sí Mismos (Lo divino o Dios o como lo quieras llamar mejor), que incluso el más célebre o reverenciado "personaje" tiembla ante su presencia. Sin embargo, tampoco necesitas irte a la India, Nepal, a Israel o a la quinta chingada, ni siquiera pertenecer a ninguna de las sectas, asociaciones de aquí o de allá, pseudoreligiones o suciedades secretas que pululan con más que sospechoso interés para alcanzar sólo sencilla-mente el cariño y el Conocimiento revelado de TU mejor Amigo que se puede hallar muy cerca pero al mismo tiempo puede estar muy lejos de¡Ti 
 
     Tampoco creo que deberíamos ser como ellos* : Sé Tú mismo y/o sé humilde como quieras (y si te da la quijotera gana)

     -Eso es al menos lo que yo creo-                     

sábado, 9 de julio de 2011

Para toda la vida. Por favor, NO abandones a tu mascota. Gracias.

Todavía conservo este antiguo cartel sensibilizador con la foto de mi perra tan fiel, dócil y noble... Nos guste o no, los animales domésticos y especialmente en este caso nuestros perros, siempre nos enseñan las mejores lecciones de LEALTAD, sentido común y cariño. Llega el verano y ciertos "animales a dos patas" penosamente malnacidos, abandonan a sus mascotas para disfrutar de unas quizás placenteras pero desde luego miserables y pasajeras vacaciones. Él, en cambio, en el fondo de su corazón nunca lo haría. (PINCHE en el enlace para adopciones gratuitas por provincias -u otros muchos sitios, p.ej.-). Aunque parezca un tópico, no son juguetes, sino miembros de nuestra familia con miles de años de evolución biológica como seres de compañía que bien cuidados y responsablemente educados -al igual que nosotros los "primates" Homo sapiens- pueden vivir mucho tiempo para fortuna nuestra... Amén.

"De cierto os digo, que si no os convirtáis, y fuereis como niños, no entraréis en el Reino de los cielos." (Mateo 18:3 -Sagradas Escrituras de 1569- )